Parece que poco ha durado la maltrecha estatua del dictador Francisco Franco en la exposición del Born. Los efectos colaterales, las turbulencias políticas y la ley de la gravedad han dado con el decapitado objeto en el suelo y con difícil diagnóstico. Parece que no queda más que llevarlo al estado líquido –es decir– fundirlo.
» Españoleeees, Franco ha ‘volcao’ » pic.twitter.com/jdRFfVOFnq
— Bob Estropajo (@BobEstropajo) 20 de octubre de 2016
#SaMataoPaco